viernes, 25 de julio de 2008

De princesas sin corona - Te vas pensando en volver... (cap. 5)

Bueno, ha tardado por motivos veraniegos, pero al fin os he podido terminar otro capítulo que muchos me habían pedido (no hacía falta lanzar piedras a mi casa con notas atadas, put@s psikópatas! )

P.D: Marta, me debes una birra ¬¬' me tienes aquí explotado como una persona de color en los campos de algodón
de principios del SS XVII

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4






Seis de la tarde del sábado. Me duele el cerebro y con mi lengua de trapo se podrían pegar dos ladrillos fácilmente.

Las chicharras sonaban estridentemente en la calle a pleno rendimiento.

¿Por qué nunca nos acordamos de lo mal que se pasa al día siguiente de una buena noche?

Tal vez por eso lo sean, si no sería como salir sabiendo que al día siguiente tienes examen. Una putada.


Hace calor. Decido meterme en la ducha para quitarme la mierda del día anterior.

Pongo la minicadena de mi cuarto a saco para oírla desde allí. (Sonaba esto.)

Al no tener incineradora, echo la ropa a un cubo que tengo en el aseo destinado a tal fin, donde se mezclará con anteriores calcetines que parecen recién sacados de una guerra biológica

(Algunos, incluso conservan el calor).

Los de Hugo Boss deberían estudiar por que un calcetín puede durar semanas oliendo mal, y en cambio su colonia solo un día. Ahí está la clave.


Se abre el grifo y noto caer
el agua en mi cabeza. Cierro los ojos.

Siento como se filtra cada gota por el pelo,resbalándose
por la cara como una caricia, por cada párpado hasta besar mis labios, y suicidarse en la barbilla.
Dulce muerte.

Sentirla bajar por mi espalda dibujándola perfectamente hace que despierte cara poro de mi piel. Puedo oírla respirar.

Los grandes pintores no se inspiraban en musas. Lo hacían en el agua. (Como Bruce Lee. Que te pintaba una ostia en la cara si le tocabas mucho los nacasones)


La primera ducha. Acaba de empezar el día.

Me parece oír el timbre. Cierro el grifo.

Vuelven a tocar y miro por la ventana del aseo que da a la calle, pero sólo puedo ver un contorno borroso de lo que parecía una mujer.

"Valla por Ala", pensé.

¿La muy hija de puta había tenido en serio los cojones de venir a verme después de lo del coche? No sabía si llamar a la Policía, a los Geos o lanzarle el gato a la cara.

Sería gracioso verla agonizar entre estornudos y arañazos.

Que le jodan. Yo no era así. Y el gato no merecía ensuciarse con mierda.

Volvieron a tocar al timbre esta vez un poco más de tiempo. Respiré. Me até la toalla a la cintura y bajé a ver que coño le picaba ahora. No pensaba dejarla entrar.

Descolgué el telefonillo y le dije:

- Lo siento, no compramos biblias.- Colgué.

Volvió a tocar.

- Mire
ya le he dicho que en esta casa somos todos impíos, valla usted a la de enfrente si quiere, creo que allí necesitan salvar su alma. Sobre todo la del crío cabrón de catorce años que está como poseído por las tardes con la puta música.

- Pues estarás de suerte, supongo... - Conocía su voz. La había oído pronunciar mi nombre más de una noche y de una mañana, en la cama que hacía un rato acababa de abandonar.
- Si estás muy ocupado podemos hablar otro día o...

- No digas tonterías, se que si no hablamos ahora puede perfectamente pasar una vida hasta que volvamos a vernos.

- ... ¿Y quieres eso?


No contesté. Pulsé el botón de la escalera de la entrada y dejé abierta la de casa.

Al menos en casa me sentía más seguro, controlando el medio. Mis pasos no serían torpes porque sabía exactamente dónde dirigirme y qué hacer en cada momento.

La escuché entrar mientras iba hacía la cocina.


- Estoy haciendo un te.- Comente desde allí.- Puedes sentarte si quieres.


Al volver la encontré mirando unas fotos.

Libertad vestía un top y una minifalda ajustada negra, que le llegaba dos palmos por encima del muslo y realzaba sus piernas cual rascacielos.

Ayudaban unos tacones, negros también, de cuatro dedos de alto, que se abrazaban a sus tobillos como enredaderas.

A veces hago escalada, pero creo que no me atrevería a subir ahí. (8c+)

Nos sentamos cada uno en un sofá.


- ¿Que vas a una boda?.- Pregunté irónicamente.

- Que sepas que estoy muy decepcionada contigo.- Dijo Libertad tajante.


Bingo! se ve que era el día de recibir puñaladas de las tías con las que había estado. ¿Por que no enviarían antes una carta de aviso?


- Ya. ¿Y se puede saber porque?.- Pregunté.

- Lo sabes.

- Bueno, yo esperaba algo por tu parte desde aquella vez.

- Al menos podías haber continuado hablándome y dejando tu herido orgullo de macho a un lado. Creí que éramos amigos... no pienso que lo nuestro solo fuera sexo...


Danger! Pregunta con trampa nivel Pro. Esto era como desarmar una bomba tipo 'cable rojo - cable negro'. Un fallo y "Puuum! Se convirtieron en Chocapic".


- ...No contaba con que... olvidarte fuera tan difícil.- Dije, y sonreí por dentro pensando 'Uff, me libre'

- Es que te empeñaste en complicarlo...

No me apetecía discutir.

- Al grano, ¿Que es lo que quieres?

- ¿Tienes prisa?.- Me preguntó con tono desafiante.

- Si
.- Mentí haciéndome el desinteresado.


Me llevé el te a la boca mirando a la nada.

Cruzada de piernas y brazos, Lib arqueó una ceja para responder con alguna bordería, pero se le bajaron los humos y soltó un suspiro.

El suspiro de 'No me tiene que importar una mierda porque no estamos juntos'.


- Si te molesto o estoy brusca dímelo por favor.- Dijo más calmada.- Es que últimamente ando un poco estresada y uff... salto a la mínima.

Ahora resultará que también tenemos la culpa de que tengan la regla. Me di cuenta que habían dos maletas en la puerta. No eran mías.

- Valla, ¿y eso?.- Pregunté por si acaso.

- Pues justo de esto quería hablar contigo, señor 'Desaparecido'.- Dijo con tono burlón.


Ese comentario me habría tocado las weas de no ser porque me acababa de levantar, y aún no era persona.
Si al final resultó que lo dejamos por un malentendido y sólo tenía que haberle pedido un "perdón" para que cayese a mis pies... gritaría de rodillas con los brazos extendidos sin poder contenerme.

Aunque puede que me tomase por un chalado, alguien que en sus ratos libres coleccionaba uñas, o se las comía.

La miré a los ojos sin comprender.
Hubo un silencio. Mantuvimos la mirada unos segundos... Sonrió y se echó a reír.

Recordé la primera vez que le vi hacerlo.


- Tampoco hace falta que estés tan serio, sólo quería hablar y ver que tal te iba, ya que tu no me cuentas nada y por lo empanadillo que te veo.- Dijo mirando a mi toalla.- ...te acabas de levantar.


Le dije que esperara un momento mientras me ponía unos pantalones. Al bajar ella había puesto música.

http://frankybruster.blogspot.com/


"A mis cuarenta y diez", de Sabina. La primera canción de una remezcla que había hecho con su discografía (auténtica...¬¬')

Libertad me contó que le había salido una mejora de empleo en Alemania, y cansada de tratar con la misma gente casi seis años, la aceptó.

Hasta hace poco había pasado el verano allí estudiando alemán para trabajar en su nueva empresa. Ahora volvía para irse de nuevo.

Al parecer esta decisión llevaba mas de un año calculándola.


- ¿¿Y por eso no quisiste venirte a vivir conmigo??

- Se realista por favor, sabes que esto habría acabado en el momento que yo saliese por la frontera. De una forma u otra lo habría acabado haciendo.

- ... Puede que tengas razón, pero si lo que querías era
no acabar enamorándote ¿Por que estuvimos casi medio año viéndonos?

- Por que me gustabas, pero no quería hacerte daño.

- Ya...claro.

- ¡Ni sabes la de veces que estuve a punto de llamarte estos últimos meses!... a veces me sentía tan sola que... bueno, da igual... si quería un cambio en mi vida era lo mejor que podía hacer.

- ¿El que? ¿Anteponer tu trabajo a tu vida personal?

- Creo que no es justo. Tu llegaste después, y no sabías por lo que estaba pasando.

- Tampoco es que me contarás nada, así que tenlo en cuenta la próxima vez a la hora de romperle el corazón a alguien.

- No ha pasado mucho tiempo y... es como si te acabara de conocer.

- Algunas cosas nunca cambian.- Contesté mirándola fijamente.


Se terminó de beber el té, miró a otra parte mientras se comía las uñas de la mano derecha... luego de la izquierda... de repente comenzó a llorar.


- Oye, oye.- dije con un tono suave sentándome junto a ella y cogiendole las manos.


Me abrazó y siguió con la plorera. Creo que aprovechó para morderse las uñas detrás de mi cabeza.

Mi hombro parecía el cojín de la silla del gato por la parte de su boca, después de catorce horas durmiendo.

Terminó de respirar entrecortadamente y retomó el ritmo

Al fin pareció que se le había pasado un poco.


- Me he equivocado en todo...- Dijo.

- No es cierto, simplemente has elegido un camino en tu vida diferente al que llevabas ("a unos 3000 kilómetros, metro arriba metro abajo" decidí omitir)

- ¿Me querías, verdad?

- Nunca dejé de hacerlo, pero me dejaste bien claro cuales eran tus preferencias...

- Lo siento si te hice...

- Nada. No tienes que sentir nada porque ahora ya está todo hecho.- Le decía sin dejar de soltarle las manos para que no llegará al hueso.-Lib, empiezas una nueva vida, en un país nuevo. Nuevas costumbres, nuevo idioma e incluso al respirar, notarás que no es el mismo aire que respiras cada día al levantarte... Si vas a empezar otro camino no deberías llevarte contigo nada que te enganche al pasado.

- Creo que no soy tan valiente como piensas.

- No lo pienso. Se que lo eres. Además recuerda que somos amigos.- Dije, y le di un dulce beso en su húmeda mejilla.

Estábamos muy cerca.

- Creo que lo nuestro... ha sido más que una simple amistad.

Acercó sus labios hasta los míos para fundirlos en un suave roce muy emotivo.

El último beso.

Tan dulce como cruel, tan intenso que siempre te parece poco.

Tan profundo que prefieres que no halla un segundo en que vuestras bocas puedan siquiera tomar oxígeno, para recordar siempre ese maravilloso y a la vez amargo momento. El adiós.



Lo malo de los besos, es que crean adicción. Y esa fiera que había estado hivernando los últimos meses empezó a rugir, más, tuve que aplacarla en contra de mi voluntad.

Nos levantamos y me ayudó a recoger.

Pensaba llevarla en coche, luego recordé donde estaba aún y me apunté mentalmente llamar a la grúa,por lo que tuve que pedir un taxi que la llevaría al aeropuerto.

Mientras venía esperamos sentados en el portal. Como otras veces.

Para romper un poco el hielo empecé a hablar con ella de cosas vacuas.
Para mi ella nunca podría ser una amiga.
Era mucho, mucho más. Y yo un pringao que se quedaba solo.

-Así que te vas? Ehhh?.- Dije en tono sacástico.

- Si

- Mal... Me dejas aquí... al acecho de todas esas que cada día me tocan a la puerta para pedirme que les de la mitad de lo que te daba a ti...

- ¿Que? Dinero no será, así que no se me ocurre que cosa.- Dijo mientras volvía a asomar una sonrisa. A veces pensaba que esta hija de puta nació de pie por que tenía respuestas para todo.

- ¿Que llevas en las maletas?

- Puff mucha ropa que me había dejado aquí, zapatos, algunos libros... ropa interior.- Me dijo guiñándome un ojo.

Aunque no le di mucha importancia. La gran lección que la vida me ha enseñado es que todas las mujeres tenéis al menos un par de bragas que son la cosa menos lujuriosa del mundo.

El taxi llegó. Le ayudé a meter el equipaje en el maletero y en el momento de la despedida me asomó la duda. Creo que fue mutuo.

¿Beso o no?

En estos casos si la besas puede que la cagues y se llevé un mal "segundo último beso" que recordará siempre.

Si no la besas... te quedarás con las ganas siempre de no haberlo hecho.

Aparte de todo esto me estaban dando unas ganas terribles de hundirme y empezar a llorar sin saber porqué.

- Txs!... - Dije.

- ¿Qué pasa?

- Que ahora no se si escupirte en un ojo o llenarte de besos.

- ¿Por qué?

- Por dejarme aquí y porque eres genial.

- El amor, me escribiste una vez, que traspasaba fronteras.

- Ya... pero no hace lo mismo el sexo.- Dije de coña.

- Que imbécil jajaja. Intentaré venir cada mes.

- Pues habrá que aprovecharlo.- Dije y sonreí, aún sabiendo que no iba a volver a verla más, no podía dejar que la última imagen que se llevase de mi, fuera una lágrima cayendo por mi cara.


En lugar de un beso nos dimos un abrazo. Intenté no romperle una costilla de la emoción.

Soy capaz de relajarme en los momentos mas tensos pero me derrumba un soplido de soledad. Hay cosas que no he aprendido a controlar.

La vi meterse en un taxi y nos despedimos. Al alejarse sentí un vacío. Era en el pecho. Como si estuviera hueco de repente.




Se llevaba mi corazón en ese taxi, o más bien, me lo robaba a mano armada sin poder hacer nada.

No era culpa de nadie. Cada uno tiene unas metas en la vida. Estamos todos atrapados en un destino en que nadie encuentra jamás al otro.

Cerré tras de mi y me apoyé de espaldas en
la puerta.

Eché un vistazo al salón... nada. Ni un puto ruido. El gato dormía es una silla con la cabeza colgando.

Me agaché hasta sentarme en el suelo con los brazos envolviendo a las rodillas, imaginando que no eran rodillas. Que era ella.

Imaginando que no había dejado marchar a la persona con la que más había conectado en mi vida.

Imaginando que ella en realidad estaba enamorada de mi y volvería en ese momento... despertar abrazado a ella cada mañana...

Imaginando que no eran lágrimas si no sonrisas, miles de sonrisas saladas bajando por mis mejillas que en el suelo iban formando un pequeño charco de felicidad.


Eran las ocho y media de la noche del sábado. Demasiadas emociones en tan poco tiempo.

Me puse las deportivas y salí a correr para despejarme. Por el camino de vuelta me encontré esta curiosa pintada:



A la mierda, la vida era demasiado larga como pararse aquí.

Al llegar, le puse de comer al animal que por fin había despertado y ya exigía su ración. Lo miré comer un rato mientras me rascaba la marca que
me había dejado el calcetín.

¿Por qué, si rascarse la marca del calcetín da tanto gusto, no lo prohíbe el Estado, la iglesia no lo condena o los médicos no lo recomiendan?


Después de una ducha acabé dormido en el sofá con la tele puesta y el gato aplastándome el pecho.

Esa noche tuve sueños agobiantes de que me ahogaba con una ola haciendo surf o me enrollaba con la cuerda de escalada por el cuello... puto gato.

No. Puto amor.


Desperté a las 5 de la madrugada.

Tiré al gato de mi pecho y me quedé mirando la caja tonta. El menda se acostó en el otro sofá.

En la tele salía la repetición de un programa del corazón donde a los asistentes les pagaban por contar sus intimidades más infectas. Malditos vagos ¬¬'

Cambié de canal, pero era inútil.




Cuando no salia una curandera tocacojones lo hacía una "presentadora" sin el graduado escolar, anunciando un Gran Premio por enviar un sms por completar un crucigrama en plan: 'm_nzana', 'au_obús'...etc

No podía faltar el crecepoyas de teletienda.

Mezclar el insomnio con la teletienda es malo para la salud (mental), al menos la mía...

No, no puedo decir que sea un insomne, duermo bien, profundo y una cantidad razonable de horas al día.

No tengo ninguna enfermedad, ningún desarreglo vitamínico ni hormonal, ningún síntoma extraño (en fin, creo)

No es una actitud que me haya encontrado, yo la he buscado: Soy un puto noctambulo nato, que le vamos a hacer
.

Al trauma de levantarse a las siete todos los días para ir a clase, algo que hoy por hoy soy incapaz de concebir ni imaginar, se reveló un día de alerta por lluvia intensa.

El placer de despertarse (mas bien, ser despertado) y darse cuenta de la posibilidad de continuar indefinidamente en la cama.

Despertar para saber que se puede seguir durmiendo. Una autentica droga. A la que me he vuelto adicto.

Una de los mayores placeres que se conocen, los otros también los conocéis bien. (comer, cagar y por supuesto, follar; ¿lo duda alguien?)



Desayuné bien a base muesly y zumo
natural de naranja , los días que no tenía prisa me volvía más sano. Hasta cocinaba y todo.

Ya estaba harto de que todo lo que nos vendiesen tuviera azúcar. A los treinta todos los críos ciegos.

(Algunos a los catorce, pero por otros motivos ¬¬' )


Como era domingo y mi mente no estaba para estudiar, me dediqué a limpiar la casa.

Abrí el armario de la limpieza:

"Gel con lejía Don limpio".

Nunca entendí por que salía un menda con unos bíceps como melones.

A este fulano se le debieron poner así los brazos a base de frotar y frotar. ¿Por qué debería yo usar un producto limpiador que me exija gran ejercicio físico?

Señores publicitarios. Mi propuesta: 'Don Vago'
.


A las ocho de la mañana terminé. El gato despertó y exigió su comida, como de costumbre. No le hice caso. No quería un gato obeso.

Pillé la tabla y me bajé a la playa. Las mejores olas están siempre a la madrugada y al atardecer.




Hacía algo de brisa por lo que pude coger algunas, que en la costa alicantina, ya era mucho pedir.

Me gustaba esa sensación. El milagro del amanecer.

Si el mundo acabase mañana me gustaría pasarlo haciendo surf con mi chica y bebiendo champán de su ombligo al anochecer.

A lo lejos sonaban las campanadas de una iglesia.

Mire a mi alrededor. La arena, el mar, el horizonte. No había indeseables a la vista. Estaban en la iglesia perdiéndose todos los milagros.


Al volver a casa no me dio tiempo a cambiarme cuando sonó el timbre. Serían las doce:

- ¿Si?.- Pregunté emocionado. Esperando oír un 'me quedo' o un 'te quiero' o algo así...

- Soy yo, abre.- Dijo una voz estridente.

En lugar de abrir la puerta de las escalera de abajo, salí yo.

"Manda cojones" pensé. En la calle esperaba Princesa y su perrito faldero inflado a esteroídicos. O eso o se ponía las camisas rosas de su hermana pequeña.

- Hola, este es Christian un... amigo

- Ajám.- Dije indiferentemente.

Al cabo de un rato... sin hablar ninguno de los dos.

- Bueno ¿me vas a dejar subir o que?.- Dijo Princesa.

- No tengo intención.- Dije, y el perrito tuvo intención de ladrar pero a una mirada de princesa puso el rabo entre las piernas. Valga la redundancia.

- No esperaba que lo hicieras.- Contestó.- Escuchame, aquí tengo unos papeles del seguro donde me hacen responsable de lo de tus ruedas.

- Valla, que detalle.- Mentí.

- Peeero...

Siempre hay un "pero".

- ...tienes que responsabilizarte del trauma psicológico que me has causado y por el cual me darán la baja.

- ... ¿¿¿Whats???

- Mira, es un chanchullo que me ha facilitado un amigo psiquiatra de mi padre, tu dices que cuando estábamos juntos tenías ciertos vicios y yo a cambio me hago responsable de tus ruedas.


A través del enrejado la tipa me acercó un boli y una carpeta que sacó de su bolso previamente. En la carpeta había un taquito de folios grapados cuyo texto dejóme sendos esguinces en los párpados.

- ¡¿¿Que soy alcohólico crónico y tengo tendencia a volverme irascible??! ¡¿Esto que cojones es?! !!¿Extorsión?!!

Definitivamente se le había ido la pinza. Cuando apuntas con un dedo, recuerda que los otros tres dedos te señalan a ti.

Esto es, amig@s: No hay acción sin su consecuencia.


- Es que, necesito unas 'vacaciones'.- Dijo alégremente.

- Claro, y que las mías estén a la sombra durante una temporadita, ¿no?

- No, sólo tienes que decir que es un problema que no puedes controlar. En el contrato no pone nada de maltratos físicos.

- Hombre, solo faltaría. En serio ¿no piensas que has ido demasiado lejos?

- Creo que eres tu el que tiene la opción de irse lejos en el momento que vuelvas a tener ruedas.

- No me fío. Paso.- Dije mientras le devolvía el manifiesto y volvía a casa.

- !!Nene!! Que firmes eso ya!.- Dijo la otra con rabia dándole una patada a la puerta de rejas.

El "perro" hizo amago de ladrar, pero con otra mirada de princesa se volvió a achantar y retrocedió un par de pasos.

En ese momento bajé, abrí la valla y me puse frente a la cara de la loca acosadora.

- ¿Qué?.- Dijo con tono de chula.

- ¿No sabes perder, no?.- Dije.- Dame eso.

Cogí los papeles y los rompí lentamente en pedacitos delante de ella, sin dejar de mirarla. Creo que le iba a dar un ataque de histeria por lo roja que se puso.


(Contínuará)




6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muahahahahahaha!!!!

tremendo finaaal!!!
jajaja

besos vecinO!!



mañana me voi a madrid de vacaciones asique estare una semanita fuera sn conectarme ni nada, espero que a la vuelta haya algo interesante por aqui!!^^


besitOs!!



MaRtuKyy

Anónimo dijo...

No está mal XD

Se va liando el asunto, ojo que te quedas sin ideas. XP mUy bueno lo de "Don Vago"

Cento

Anónimo dijo...

Si pero salir sabiendo que tienes exámen más que una putada es un suicidioorrrl

Ahi que rrriko omá!!!

Fede

Anónimo dijo...

Moola ^^

Esos mandrileños y mandrileñas ahí! (papa noel whujajaja)

Me piro al camino de santiago mend, voy a superar tu credencial ya verás, me van a firmar hasta las cabras para que parezca mas pr0. Xemika

Boo! dijo...

Hacía rato que no pasaba por aquí; le diré que su blog y usted, han evolucionado en cantidad.

Aunque pude ver que aún no ha instalado la "nube"... :)

la niña destronada dijo...

Ahora si, en la ultima entrega, comento (y que conste que me ha costado resistirme a los encantos de tu sapo).

Me gustó el principio de la historia, y me gustó el final. conoces la campana de Gauss? imagínatela inversa y tendrás una representación gráfica de lo que te intento decir centrándome solo en la parte positiva.

No soy ninguna crítica ni experta, tampoco voy de ese palo. Simplemente me gusta leer, y ahí va mi humilde opinión...

Los personajes tienen ciertas incoherencias en cuanto al desarrollo de la historia y a su evolución personal. El personaje principal me gusta, pero me parece demasiado simplista a veces. (sera porque es un personaje masculino, muajaja)

A Lib no me la creo en el último capitulo, en la primera mitad. Le falta algo de mordacidad, y le sobra vulgaridad en cuando a la vestimenta. Por favor, una "jazzwoman" con una rasta en la cabeza y vestida de forma informal en una cena de empresa jamás tomaría un avión vestida así. Eso seria mas propio de Princesa.
Tampoco me vale que se vistiera de ese modo para verle "a él", simplemente ella no es de ésas.

Al margen de un par de detalles en cuanto a "localización" y unas cuantas patadas al diccionario te puedo decir que estaré atenta para cuando salga la próxima entrega.

Ah, y no vendria mal alguna interacción masculina momentánea bien traída.


Saludos mejillonero!

Cada vez que entras en mi blog, una niña recibe un balonazo...

niña ostion Que penica madre!!
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