martes, 3 de febrero de 2009

Cap. 6 DPSC - Que se llama ¿soledad?...

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5





No me apetecía continuar así.

Corte con ella porque era muy celosa y posesiva. Una puta neurótica.

Se que la vida siempre nos reserva sorpresas, por ello nunca podría descartar llegar a enamorarme si encontrase una tía que me llenase en todos los sentidos.

Pero esto parecía un juego de críos y andaba ya bastante estresado de las mujeres.

Cerré la verja de un portazo.

Al entrar llamé a la grúa para recoger el puto coche. Nunca había hecho este tipo de cosas así que les dije que lo trajeran a casa y ya me encargaría yo.



Cuando colgué llamé a mi padre para ver que día podía pasarse a echarme una mano. Era extraño pero hay cosas que sólo saben hacer los padres.

Como arreglar objetos.

Siempre pensé que todas esas habilidades se las enseñaron en la guerra, la mili o algo similar. Si no sabías reparar un grifo o montar un dormitorio. Estabas muerto.

Mis padres estaban viviendo en un piso muy céntrico por Alicante. Se lo habían comprado al vender los terrenos que tenía esta casa en los alrededores.

Jubilados con tiempo libre, se dedicaban a viajar siempre que podían. Me daba un poco de vergüenza que hubieran visto más mundo que yo.

Decía Bukowski "Que no te engañen chico, la vida comienza a los sesenta". Que razón llevaba ese bendito alcohólico.


- Papá?

- Si? quien es?.- Era irónico que aún siendo hijo único, preguntara lo mismo todas las santas veces.

- Soy Alex.

- Coño! Que tal estás cariño?.- Si, también me sonaba raro, pero era el único que parecía no darse cuenta. Mi madre ya le había advertido en varias ocasiones. Pero era inútil. Incluso delante de mis amigos lo hizo constantemente hasta bien pasada la pubertad.

- Bien, oye, ¿Cómo te viene esta semana echarme una mano con el coche?

- Puff Fatal, tu madre tiene fiebre y todavía tenemos que hacer el equipaje para irnos el martes.

- ¿A donde?

- ¡¡A Italia piccolino!!.- Dijo alargando las tónicas. Como si un idioma consistiera en eso.

- Joder viejo, no os cortáis un pelo... bueno, ya me las arreglaré. Ponme con ella.

- Ahora está durmiendo. Luego te llamará.

- Venga. Un beso.

Fuí a la cocina y pillé un nestea. Lo llevé al salón y luego conecté el portatil sobre la mesita.

Ciento noventa mensajes... bien. Con suerte cien serían de publicidad ochenta y cinco de cosas "graciosas" y alguno que valiese la pena.

Estuve borrando exactamente ciento ochenta mails.
Al final por inercia lo hacía de diez en diez.

El gato se subió al teclado reclamando un poco de atención.

- Whisky!!.- Le di un grito y se bajó rápidamente para tumbase a mi lado. No podría cabrearme con él. Y lo sabía.

Lo que quedaba eran gilipolleces básicamente hechas para confundir:


Asunto: Yeeeh Alex, no te pierdas esto tio!!!

Tardé en leer los cuatro mails importantes lo que la grúa tardó en llamar a mi puerta.

Había un mail de Noelia, hacía tiempo que no la veía desde que nos enrollamos a principio de curso.

Eyyy guapo, como te va! Te invito al Tuenti que estamos toda la clase!!...


¿Qué coño?... Tres Años en la misma clase y sólo me envíaba mierda? Cuando lo iba a borrar volvió a sonar el timbre insistentemente y cerré el portátil.

- Buenas...- Le dije al "gruero" que tenia cara un poco de asco por esperar. O tal vez la tenía ya así. Es igual.

Era un hombre de unos 45 años. Bajito y gordo. Se le veía una perfecta e inmaculada circunferencia acapilar brillante debido al sudor del mono de trabajo azul.

Pero todo el pelo que le faltaba lo tenía probablemente en la barba y los brazos, espeso como bello púbico.

Con las mangas remangadas y un diente oscuro que era imposible dejar de mirar, daba
más el aspecto de un Santa Claus de la muerte. Solo le faltaba el puro en la boca mientras atizaba a los elfos con un látigo. "Putas ratas... Más rápido!!"

Era trágico-cómico.


Este es un retrato robot que no se parece mucho. Pero no tenía fotos suyas como podéis imaginar!

Imagen para el recuerdo: él con un pijama de franela y ella con los rulos y la cara embadurnada de una crema de origen desconocido.
Consecuencia: él se tira a la secretaría y ella a su podólogo.



- ¿Donde se lo dejo?

- Pues, déjelo ahí, si no le importa.- Dije señalando la entrada de mi casa.


Lanzó un gruñido y se subió al camión. En tres movimientos dejó coche en el suelo.

Firmé un papel y se marchó probablemente a comer niños. El trabajo le daba hambre.

Era domingo y el lunes tenía clase por la mañana y curro al medio día. Tal vez no me levantaría, aunque hacía tiempo que no me pasaba y tenía que ponerme al día.

Volví al portatil y me conecté al msn.

No solía usar el mensenger. Lo veía un chupavida. Una época estuve enganchado hasta el extremo de oír a mi madre decir:

- Hijo, ¿No has quedado con ningún amigo para salir?... Es jueves.

- Ñññññggggg... (baba zombie balanceandose sobre el teclado)

Llegando a la conclusión de que perdía demasiado tiempo en conversaciones absurdas, con gente que no me aporta nada o con pibas que al final no me las iba a follar.

Al instante sonó la ventanita, sacándome de mis pubertales recuerdos...

- Huola!! Cuanto tiempooo.

Era Marina. Una tia que había conocido una noche de fiesta en mi etapa de zombie a persona. Antes de conocer a Princesa.

Era gogó de discoteca y estuve toda la noche hablando con ella mientras mis colegas ya estaban casi follando en medio de la pista con alguna extranjera borracha. Bueno, creo que hablaba ella.

Era mona, pero tenía una nariz un poco grande y estaba demasiado flaca.

Habíamos conversado unas pocas veces por el mesenger, pero sin llegar a intimar.

De verdad, es que me mola oler a la gente con la que hago guarradas y esas cosas.

Tenía tres años menos que yo. No recordaba cuando la agregué.

Tenía muchos agregados en el mesenger. Mujeres menos.

Y de los pocos amigos que tenía, sólo hablaba con siete. El resto me importaban una mierda.

Seamos realistas, esto es internet, por cada persona con cerebro que hay, se pueden encontrar diez descerebrados.

No me apetecía hablar con ella, así que esperé que se cansara. Pero empezó a mandar zubidos.

Y yo que paso de la peña que se expresa con zumbidos, la bloqueé un rato.

Vi a Migelillo conectado, pero no estaba seguro de que estuviese ya que él siempre estaba conectado. Era el ojo que todo lo ve de la red.

- Buenas!

(Al rato...)

- Yeeeeah ¿Q pasa fucker?!!
- Jeh..
- ¿Has ido ya a por tu coche?
- Si, escucha, tengo que ir a comprar las ruedas ¿te importaría recogerme?
- Klaro, podms ir mañana si keres LOL
- Chungo, tengo clase y curro. ¿El martes como te va?
- Yo es que el jueves tengo un examen superchungo y he quedado para estudiar todo el día tio.
- Bueno, ¿Cuando puedes?
- El Vierns ya estaré freeeeee
- Venga. Bueno, nos vemos el viernes.
- Claro y luego podemos ir de fieshhhhtaaaaaa
- Ya se verá. Chao.

Cuando cerré su ventana apareció la ventana de Marina bloqueada. No me había fijado en la foto.

Y si era ella realmente acababa de bloquear a un pibón que en nada se le parecía con el nick mas chancli y alternado en mayúsculas-minúsculas de todo mi msn.

- Hola, cómo te va?.- Le escribí al rato.
- Eeeeeiiiiiii!! wapooo q tal cuanto tiempoooo blablablabla.- Vaya, que efusiva, pensé.
- Pues ahora mismo un poco muerto de aburrimiento
- A sí??? Pues yo estoy que mueeero de calooor blablabla.-
- Pues vamos a la playa!

Lo dije sin pensar. De hecho no me apetecía nada quedar con ella. Esto es lo que no me gustaba de mi. Que con las tías me pasaba igual que con el ajedrez.

Te sientas frente a un tablero y repentinamente tu corazón brinca. Tu mano tiembla al tomar una pieza y moverla.

Pero lo que el ajedrez te enseña es que tú debes permanecer ahí con calma y pensar si realmente es una buena idea o si hay otras ideas mejores. Y
yo jugaba a los bolos con las piezas.

Esta vez no tenía nada que perder.



- jajajaja Weno va!


Jaque. Decidimos quedar.

Le dije que aparcara en mi casa. Le di la dirección.

Esperaba que no hablara igual de mal que por el msn. No lo dije antes, pero no soporto a la gente que escribe mal en modo "sms" y utiliza miles de iconos.


Serían cerca de las cinco y media de la tarde. El sol estaba bajando, mas tranquilo, y por ende, el riesgo de cáncer había disminuido. A finales de agosto el clima era perfecto para salir a tomar algo por la tarde.

Cuando llegó en su mercedes monoplaza gris aparcó delante de mi pobre Getz y cuando bajó del coche fui consciente de algo que valga la redundancia, había pasado por alto.

La Marina que yo conocía ahora era una pelirroja espectacular. Con un buen físico que embutía en un top de tirantes verde y la minifalda vaquera más corta que había encontrado. Supuse que el bañador lo llevaba debajo a presión..



Parecía que se había operado la nariz y... no se, algo más.

Peeeero... medía un metro ochenta.

Vale, yo no me consideraba bajito con mi metro setenta y cinco. Ni siquiera guapo. Yo era de los "monos".

Llevaba un tiempo pensando como me gustaría que fuera mi novia y llegué a la conclusión de que hay un requisito fundamental, mucho más importante que la coma bien o sepa poner la lavadora:

No podía ir por la calle con una tía a la que me daba vergüenza coger de la mano.

Es una "regla no-escrita" que intentaba no saltarme a la torera para que no afectara a mi autoestima.

Nada de altas. Nada de tías que pesaran más que yo. Nada de tias con las que me diera vergüenza salir a la calle.

¿Exigente?

Bah. Hipocrítas de mierda.

¿Qué sentido tendría no ser exigente? Mirad a vuestro alrededor y pensad cuanta gente hay en el mundo.

Estamos rodeados de una masa informe de proporciones colosales.

Vivimos inmersos en un mar de gente que algún dios parece haber vomitado tras una noche de resaca.

Si no fuésemos un poco selectivos, la marea nos arrastraría a esa orilla pesitlente en la que las vidas se pudren.

Cuando una persona dice que le da igual que la critiquen puedes estar seguro que miente.

Somos animales sociales, va en nuestra naturaleza buscar el reconocimiento del grupo. Todo el mundo prefiere ser aplaudido a ser silbado.

La cuestión no es si la crítica te duele o no, sino si vas a dejarte influenciar por el rechazo.


Yo prefería pensar que la vida es demasiado corta como para estar bailando siempre con la más gorda.


Esto no quiere decir que sólo me fijo en el físico, no es así. Yo he besado a pibas que sus padres entregarían en adopción
por que simplemente me sentía cómodo o me interesaba a otro nivel mas intelectual.

No era el caso con Marina ya que de haber medido un palmo menos y no sentirme tan derrotado por la vida, podría haber invitado a entrar, tomar algo y luego, quien sabe.

Seamos sinceros, si una tía como esa queda con un tipo. No es para ir a tumbarse a la playa precisamente teniendo una cola de amantes esperando.

Al menos es lo que pensaba mi sucia mente... Caca.


Cerró la capota del monoplaza y vino a darme dos besos.

Escondía sus preciosos ojos verdes detrás de unas enormes gafas D&G (auténticas) que se puso en la cabeza.

Estaba muy mona.

A estas alturas podría estar casada con un rico empresario, un representante farmaceutico, o un viejo millonario vicioso en su lecho de muerte.


Nos dimos dos besos y caminamos el breve paseo de diez minutos hasta la orilla hablando del tiempo que hacía que no nos veíamos. Bueno, hablaba ella.

Que si "blablabla" esto, que si "blablabla" lo otro...

Marina hablaba mucho, muchísimo. Pero de cosas triviales. En el fondo tenía menos repertorio de los Europe.


Nos tumbamos en las toallas. Siguió hablando. Yo hacia como que escuchaba, asintiendo de vez en cuando con una sonrisa.

Pensaba como le habría ido el viaje a Libertad.

Habría tenido algún problema? Pensaría en mi? Era tan fácil decirle a alguien que le quieres y luego separte de él medio planeta? Porqué esta tia no se callaba??

- ¿Tonces me haces el favor?

Se quitó la poca ropa que llevaba dejando a relucir un piercing en el ombligo. Y un tatuaje de una mariposa negra volando por el lateral de su tripa.

Se tumbó boca abajo y se desabrochó el bikini.

- Es el de coco, estará por el fondo.

Salíendo del shock me encontré con esa escena.

- Vaaa que me quemo entera! jajaja Blablabla...

- Ah!... crema...- Dije con voz de subnormal.


Como ya dije en una ocasión los hombres no tenemos sangre suficiente para que nos funcione el cerebro y la polla al mismo tiempo.

Miré en el inmenso bolso, con más temor por caerme dentro y perderme en un universo paralelo que por lo que podría encontrar.

Unos tacones, la ropa que había traído, lapiz de ojos, barra de labios, un secador (¿?¿? yo también me hice la misma pregunta), dos carteras, el iphone, un libro de Jean Austen (Orgullo y prejuicio) prácticamente nuevo, llaves, cacao para los labios... Estaba a punto de desistir cuando por fin... Aquí está!

Saqué el tarro de crema y lo alcé victorioso. Por suerte nadie me vió.

Me puse encima. Calenté ligeramente la crema entre mis manos y empecé a extenderla. Mirando como el mar en calma borraba las huellas de los pocos turistas que aún quedaban paseando por la orilla y un corredor con un perro que le seguía.

Uno de esos San bernardos gigantes, como el tal Beetoben.

No me gustaban los perros y no imaginaba como alguien podía soportarlos. En especial a ese. Había visto la película.

El bicho de mierda era muy desordenado, baboso y que comía como lepra.


Al fondo un par de chavales intentaban sin mucho éxito subirse en sus tablas. Era normal. El cielo estaba totalmente despejado después de amanecer con bruma.

Las olas eran pequeñas.


- Hmmm que gusto.- Dijo Marina sacándome de mi trance.

Era raro que no hubiera hablado.

Había aprendido a defenderme con los masajes gracias a un par de amigas de la uni que estudiaban fisioterapia y practicaban en mi.

Aunque según ellas me gustaba que "me rompieran el cuello" la verdad es que que prefería un poco de fuerza a la hora de sentir el masaje. Era agradable.

Tuve que contenerme para limitar el masaje a la espalda y los hombros. Pero era tan tentador no descubrir partes nuevas de su cuerpo. Así que intenté pensar en otra cosa.

Mi coche.

¿Cuanto costaban unas ruedas? ¿Cómo me las arreglaría para ir a clase y luego al curro? ¿Por que no inventaban ya el teletransporte?

Sin darme cuenta empecé a bajar cada vez un poco mas por sus laterales...


- AAAHIIIIIII!!.- dijo, y se revolvió en el sitio.

Traté de disimular mi asombro cuando se giró y con media sonrisa pícara dijo:

- Que me haces cosquiiillas!!

- Si te sigues moviendo.- Tuve que improvisar alguna chorrada.-... si que te haré cosquillas hasta que no puedas más.- Dije infantil y amenazadoramente.

- Nooo por favoooor jajaja.- Dijo ella, aunque sonaba a un "Si por favor" opté por hacerme el sueco y seguir al tema.

Pensándolo mejor, me apetecía un masaje.

- Mar, te toca.

- Joo ¿Ya?

- Si lo haces bien, ya veremos luego.- Le comenté. Y le hice un guiño.

- Vale.- Dijo, y se dio totalmente la vuelta mostrando que no tenía nada que esconder.

- Jo-der ¿Son de verdad?.- Pensé en voz alta.

- Jejeje Pues no, pero... ¿A que no estan nada mal?.- Dijo cogiendose un pecho y mirándoselo.

- Te habrán costado una pasta.

- Nah... Las pagó mi exnovio. Blablabla....-Y las agitó como balones.

- ¿Qué es de tí, estás con alguien ahora?.- Dije, aunque en realidad pensé "pobre idiota, le ha pagado las tetas a otro"

- Tengo "amistades varias". Blablabla... Me va bien.Blablabla- Sonrió y dudé de si los labios también eran de plástico.

- Me alegro por ti. Se te ve muy bien.

- Aaaaah! Que mooono....- Soltó mientras se acercaba a pellizcarme la cara.- Túmbate.

Lo hice. Cerré los ojos.

Noté como se subía encima y posaba los glúteos, antaño casi inexistentes, ahora dos compactos cojines. Pienso que el culo es como la cara del alma del sexo.

Sólo hace falta trabajarlo para obtener buenos resultados
.

Extendió la fría crema con poco tacto, de veras era una sensación desagradable en contraste con el calor que había absorbido mi espalda.


Dios, era un imbécil. Acaban de dejarme. Mi ex me perseguía. Y estaba en la playa con un zorrón. La vida a veces guardaba algunas cartas que no entendía.

Por Zeus!! que mal lo hacía. Me clavaba sus uñarras, no seguía las líneas de los músculos, .

- Que tal voy?

- Bi..bien....- Dije aprentando los puños.

- jijiji Blablabla.- Siguió hablando.

Recuerdo este verano, cuando me entrenaba para las travesías a nado, que siempre acababa con la espalda "rota".

Un día paseaban una pareja de chinas vendiendo algo, cd's pirata o fantas, no presté atención.

Iban cada una por un lado. Jovencillas, de unos diecinueve o veinte. La bella y la bestia.

Cuando se acercó la menos guapa me ofreció una tabla con tarifas sobre... masajes!

Le dije que no, que otro día.

Cuando se alejó ya venía la otra. Casualmente me apetecía más.

Le di 15 euros por media hora. La gente de alrededor miraba extrañada. Como si fuera prostituta. Ignorantes.


A estas alturas Mar ya había terminado de torturarme, tumbada en mi toalla boca abajo, me miraba.

- Gracias.- Dije falsamente.

- De nada tonto! ¿Oye, nos vamos al agua?

- Pues la verdad es que estoy superagusto aquí

- Ya vees, es que se está to bien en la playica blablablablablablablabla

- ¿Sabes?... Ya me apetece más.


La cogí de una mano para levantarla y me sonó el movil.

Un mensaje de Alba, mi jefa encargada del Decatlón.
Odio a las encargadas. Les pagan 100 euros más al mes y se creen algo.

Había cambiado mi horario y en lugar del martes, haría un turno doble mañana en la tienda. A veces hacía cosas como esa. Yo siempre dudaba de la legalidad.

En el fondo estaba amargada por que los hombres la utilizaban y lo pagaba conmigo. Teníamos una oscura tensión sexual que se remontaba a la primera cena hacía 3 años.

Ella iba muy borracha, y yo simplemente sabía lo que no quería. Se puso agresiva y me dió un puñetazo.

Todos lo vieron, y tal vez por eso no me ha despedido aún. Trabajar con ella era como tener una diana tatuada en el culo en una sauna gay. Dangerous.

Cerré el cacharro de móvil, y alcancé a Mar por el camino.
La vida, de alguna forma, quería que sonriese a cualquier coste.

Incluso poniéndome a una chica así delante sin tener la más mínima perversión, que pasar una tarde acompañado.

Las olas eran una sinfonía constante. Sus tetas eran dos bombos que marcaban el ritmo de cada paso. Mis pupilas un partido de tenis.La vida creía que no era feliz. Pero yo tenía un don: era imbécil, y los imbéciles ya éramos felices.

Estaba intentando de dejar de serlo rápidamente. Por lo que pudiera suponer vivir engañado eternamente (más que de costumbre en esta sociedad). Yo era de los que preferían no vivir en Matrix y hacía tiempo que dejé de tomar la pastillita azul.

Pero, como decía Mark Twain, nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño. En ese momento era tan imbécil que no podía aceptar que no todo depende de uno mismo, y que algunas veces es necesario preguntar cosas como:

"Todo bien?"

"Te gusta como estamos ahora?"

"Eres feliz?"

Si los imbéciles entendieran lo dañino que son para la sociedad, ellos mismos se autoexiliarían y constituirían un mundo paralelo, el mundo de los imbéciles.

O, al menos, se colocarían un cartel que dijera: “Yo soy imbécil, aléjense de mi”

Por alguna razón Dios era conmigo un hijo puta inoportuno.

Pasamos la tarde bañándonos y terminando de absorber los últimos rayos de sol.

Ella habló todo el tiempo, yo rellenaba espacios con un "ahá" un "ya ves" o simplemente repitiendo lo último que había dicho en forma de pregunta.

Era fácil tenerla contenta.

Al volver a casa, se iba a subir al coche cuando le comenté que si quería podía ducharse antes en mi casa, que no había ningún problema. Pero en lugar de eso me dijo:

- ¿Qué haces esta noche

(continuará)


"A Dios le gusta observar, es un bromista: dota al hombre de instintos, nos da esta extraordinaria virtud, y ¿qué hace luego? Los utiliza para pasárselo en grande, para reírse de nosotros, para ver como quebrantamos las reglas. Él dispone las reglas y el tablero y es un auténtico tramposo: “mira, pero no toques”; “toca, pero no pruebes”; “prueba, pero no saborees”. Y mientras nos lleva como marionetas de un lado a otro, ¿qué hace él? Se descojona, ¡se parte el culo de risa!"
(De la peli Pactar con el Diablo)

3 comentarios:

la niña destronada dijo...

al final no se que cambiaste de todo lo que te dije (espero que al menos lo hayas exo con las faltas de ortografia jodido analfabeto), pero eske es demasiado extenso como para volvermelo a leer y tal... mas aun sabiendo lo que hay xD

bueno chau!

Franky Molotov dijo...

Gracias a Migelitto por darme ideas, y a ti por corregir las faltas que el word me había petado.

Por cierto, no exijas tanto cabrona, que no soy Cernuda xDDD

Fede Chust dijo...

Que buenoo tiiio ¿¿te pasó a ti?? jajajaja

Si habían faltas ni me fijé.

Se la folla fijo!!

Cada vez que entras en mi blog, una niña recibe un balonazo...

niña ostion Que penica madre!!
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